Cuando nacemos somos dependientes de todo lo que nos rodea; somos vulnerables a todo lo que está en nuestro entorno. A lo largo de nuestra vida aprendemos a no ser dominados, es más, tratamos de sucumbirlo. Se trata de un aprendizaje intuitivo e innato que aplicamos a casi todo...también a la comunicación
Antes los diferentes “ataques” comunicativos, adoptamos una actitud de prudencia y descrédito, aplicamos un filtro de fiabilidad. Por lo tanto, somos parcialmente permeables a la abundante comunicación que recibimos a diario. Hoy en día, esta (la propia comunicación) tiene mucho más a ver con el qué se hace que no con el qué se dice. Depende mucho más de las acciones que no de las palabras.
Por esto, actualmente la empresa debe responder con hechos para conseguir buena imagen. La imagen debe ser la consecuencia de una realidad. No se puede dar a conocer una realidad inexistente.
En la evolución de la comunicación y los objetivos de las empresas, las empresas han debido cambiar y asumir la demanda del mercado (ya no tanto de producto, sino como empresa). En la primera etapa, los mercados absorben todo aquello que los llegaba marcados por la ley de la oferta y la demanda, ellas tenían la preeminencia. En la segunda etapa, cada vez había más saturación del mercado. Esto comportó que se intensificara la competencia (aparecen las marcas como elemento distintivo). En la tercera etapa, en cambio, ya no había suficiente con los productos y las marcas, sino que son necesarios nuevos elementos de diferenciación a través de la propia empresa, para potenciar su imagen y seguir diferenciándose.Actualmente, las empresas han de incorporar y aportar todo aquello que es valorado por la sociedad para continuar haciendo negocio. Esta sociedad es cada vez más exigente, y la empresa debe responder a estas exigencias, porque tienen la necesidad de seguir siendo competitivas. Deben potenciar el producto, potenciar la marca y, cada vez más importante, potenciar la empresa en si misma.
Así nace la comunicación corporativa y, con ella, la responsabilidad social empresarial. Muchos no aceptan este tipo de responsabilidad motivada por factores económicos. Ciertamente, yo también vería mejor que las empresas fueran responsables por si mismas, sin necesidad de factores externos. Pero, como siempre, intento buscar el lado positivo y, dentro de esta sociedad de consumo, creo que es muy positivo para todos el hecho de que las empresas sean (o por lo menos, contemplen) la necesidad de la responsabilidad social. ¿Cómo lo véis?



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