lunes, 24 de agosto de 2009

Hay que contrastar la información, amigos periodistas

El trabajo del periodista es duro, de lunes a domingo y bastante sacrificado. Dicen que una de las profesiones en la que más gente se separa. Ciertamente, quien quiera dedicarse a esto debe tener bien presente esto, debe amar la profesión y sobre todo, debe tener muy claro la importancia de sus informaciones en la sociedad.

Pero, lo que ya de por sí es complicado, aún puede volverse más difícil y bizarro. Y son estos casos en los que el medio y sus profesionales deben saber responder con autoría y sin olvidar las bases que marcan las reglas del “juego” (esas que aprendemos en la universidad y que, por lo visto, quedan archivadas en la memoria como meros apuntes y recuerdos de la aquella época de aprendizaje y locura).

Gran ejemplo de situación difícil y auténtico show mediático es el que visionamos en la clase pasada. El reportaje “72 horas: del 11M al 14M” pone de gran relieve la falta de profesionalidad de los grandes medios españoles (no se salva ni uno). Yo, como española, recuerdo aquellos días de angustia dónde la información sobre los atentados (dispar, falsa, manipulada) nos tenía en vilo y sobre todo, muy confusos.

Por un lado, la manipulación política fue bestial, atacante, destructora, irresponsable e irrespetuosa en todo momento. Asimismo el mayor atentado en la historia de España fue tratado como arma de doble filo para ambos partidos mayoritarios en España, el Partido Popular (PP) de derechas y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fijando sus acciones en las elecciones generales del 14 de marzo (dos días después). Aún me sorprendo e horrorizo viendo las declaraciones y manipulación sin escrúpulos del gobierno (el PP en aquel entonces) atribuyendo el atentado a la banda terrorista vasca ETA (Euskadi Ta Askatasuna. En castellano País Vasco y Libertad). El PSOE también sacó filo, pero creo que fue mucho más respetuoso y honrado (en el marco de la “honradez” política) que el gobierno.


De todas maneras, la manipulación política es algo que vivimos día a día y que desgraciadamente tenemos asumida. Más me sorprende y me entristece la actuación de los medios de comunicación. Porque no se salva ni uno, porque todos cayeron en las trampas del gobierno y porque ellos también aprovecharon el momento con fines económicos y poco profesionales. De tal manera, portadas como la de “El Correo Gallego” mostraban sin necesidad los cuerpos calcinados de las víctimas del atentado.

¿Dónde quedo la responsabilidad social? ¿A qué información se atenía el pueblo? Nada, cero. El pueblo se quedó solo ante el show mediático que no contrastó sus informaciones y que fue juguete de ambos lados cayendo en su juego político y sin pensar las intenciones que pudieran tener teniendo en cuenta la situación (inminentes elecciones).


Podría estar hablando de este tema horas y horas. Le doy vueltas y aún no me lo puedo creer. Veo las imágenes de Acebes, haciendo declaraciones pretenciosas y manipuladas, diciendo cosas que no se cree ni él…y no me puedo creer que los medios cayeran.
Pero, a pesar de todas las vueltas mentales que le he dado al tema, me queda una duda. Entonces, en este marco de locura, en qué papel quedan los medios:

¿Víctimas o verdugos?


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