lunes, 31 de agosto de 2009

¿De dónde viene tanta basura?



Cuántas veces habremos escuchado la frase: “Si se producen tantas telenovelas es porque la gente las quiere ver”. No es argumento dar la responsabilidad al pueblo de la “mierda” que se produce. No cuela, incluso, tiene nombre: falacia de la falsa causa, es decir, cuando hacemos de una condición necesaria, una condición suficiente.




Durante mis cuatro años de carrera, este ha sido uno de los temas estrella en los debates de clase. Pero seguimos en el mismo punto, preguntándonos lo mismo: ¿De dónde viene la influencia, del medio o de la demanda de la sociedad?




Yo, lo tengo claro: de los medios. No me vale de escusa el hecho de que ofrezcan lo que la gente quiere. Está claro que los medios tienen por el mango la “sartén” de la agenda setting, que ellos son los que ponen en boca de todos nosotros los temas de actualidad…etc.




Aún más, en caso de que la sociedad quisiéramos eso (hablando de la esta como una masa “idiota” y de forma insultante), el medio tiene el poder para cambiar esta realidad. Y volvemos a la mismo, el medio tiene un función social importantísima: entretener (esta es la única que no se olvida), informar y educar a la sociedad. Pero, piensen. Qué es más fácil, rápido y sobre todo, económico: ¿Meter a 10 individuos en una casa llena de cámaras dónde ellos mismos producirán el show, o intentar buscar nuevas vías para conseguir una televisión efectiva, entretenida a la vez que de la calidad y educadora?




Ahí está la clave: en el dinero. Por eso soybastante escéptica en cuanto a la calidad de los medios de comunicación, porque, mientras sigan siendo empresas, seguirán con la historia de “esto es lo que quiere la gente (y ya me va bien, ya…)”

lunes, 24 de agosto de 2009

Hay que contrastar la información, amigos periodistas

El trabajo del periodista es duro, de lunes a domingo y bastante sacrificado. Dicen que una de las profesiones en la que más gente se separa. Ciertamente, quien quiera dedicarse a esto debe tener bien presente esto, debe amar la profesión y sobre todo, debe tener muy claro la importancia de sus informaciones en la sociedad.

Pero, lo que ya de por sí es complicado, aún puede volverse más difícil y bizarro. Y son estos casos en los que el medio y sus profesionales deben saber responder con autoría y sin olvidar las bases que marcan las reglas del “juego” (esas que aprendemos en la universidad y que, por lo visto, quedan archivadas en la memoria como meros apuntes y recuerdos de la aquella época de aprendizaje y locura).

Gran ejemplo de situación difícil y auténtico show mediático es el que visionamos en la clase pasada. El reportaje “72 horas: del 11M al 14M” pone de gran relieve la falta de profesionalidad de los grandes medios españoles (no se salva ni uno). Yo, como española, recuerdo aquellos días de angustia dónde la información sobre los atentados (dispar, falsa, manipulada) nos tenía en vilo y sobre todo, muy confusos.

Por un lado, la manipulación política fue bestial, atacante, destructora, irresponsable e irrespetuosa en todo momento. Asimismo el mayor atentado en la historia de España fue tratado como arma de doble filo para ambos partidos mayoritarios en España, el Partido Popular (PP) de derechas y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fijando sus acciones en las elecciones generales del 14 de marzo (dos días después). Aún me sorprendo e horrorizo viendo las declaraciones y manipulación sin escrúpulos del gobierno (el PP en aquel entonces) atribuyendo el atentado a la banda terrorista vasca ETA (Euskadi Ta Askatasuna. En castellano País Vasco y Libertad). El PSOE también sacó filo, pero creo que fue mucho más respetuoso y honrado (en el marco de la “honradez” política) que el gobierno.


De todas maneras, la manipulación política es algo que vivimos día a día y que desgraciadamente tenemos asumida. Más me sorprende y me entristece la actuación de los medios de comunicación. Porque no se salva ni uno, porque todos cayeron en las trampas del gobierno y porque ellos también aprovecharon el momento con fines económicos y poco profesionales. De tal manera, portadas como la de “El Correo Gallego” mostraban sin necesidad los cuerpos calcinados de las víctimas del atentado.

¿Dónde quedo la responsabilidad social? ¿A qué información se atenía el pueblo? Nada, cero. El pueblo se quedó solo ante el show mediático que no contrastó sus informaciones y que fue juguete de ambos lados cayendo en su juego político y sin pensar las intenciones que pudieran tener teniendo en cuenta la situación (inminentes elecciones).


Podría estar hablando de este tema horas y horas. Le doy vueltas y aún no me lo puedo creer. Veo las imágenes de Acebes, haciendo declaraciones pretenciosas y manipuladas, diciendo cosas que no se cree ni él…y no me puedo creer que los medios cayeran.
Pero, a pesar de todas las vueltas mentales que le he dado al tema, me queda una duda. Entonces, en este marco de locura, en qué papel quedan los medios:

¿Víctimas o verdugos?


martes, 18 de agosto de 2009

La mano negra

Contra más crecemos, más pequeño se hace el mundo o, por decirlo de otra manera, cada vez son menos las manos que controlan el poder internacional.



Hablamos, nuevamente, de globalización. Nosotros, estudiantes del “primer mundo” tenemos la gran fortuna de poder discutir y gozar de las ventajas de este fenómeno en apariencia imparable.



Cuando empecé a escuchar sobre la globalización, no entendía el porqué de esa connotación negativa que siempre le acompañaba. Empecé viendo a jóvenes “hippies” manifestándose en contra de un término que en principio me parecía muy “Peace and Love”. Y menos entendía. ¿Por qué un fenómeno de comunicación flujo internacional era asumido de esta forma por la sociedad? ¿Qué de malo tiene la disolución de fronteras? Había una pieza que me falla.



Y, efectivamente, algo fallaba. Hoy, entiendo que el sistema en el que vivimos no entiende de más que de dinero y poder. Hoy, afirmo y reivindico, como aquellos “hippies” que veía por el telenoticias que, esta globalización esta haciendo más mal que bien. Y sobre todo, hoy, lamentablemente sé que la comunicación social está en grave peligro de extinción a causa de esta fraudulenta estructura global.



Y de este tema estuvimos discutiendo el jueves pasado en clase. ¿Cómo pretendemos hablar de periodismo veraz y fidedigno cuando podemos contar con los dedos de las manos las empresas que mueven la información internacional? ¿Qué tipo de información nos ofrecen estas empresas de comunicación las cuales, como todo negocio, tienen como principal objetivo el beneficio económico? Asimismo, ¿Dónde quedan los paradigmas del periodismo veraz? Y, aún más ¿Cómo interpretamos en este contexto el derecho a estar informados?



Un ejemplo de este crimen al derecho a la información es el caso de Italia. Su jefe de gobierno, Berlusconi, es el dueño de la mayor parte de los medios de comunicación del país (entre otros negocios de gran éxito). Un hombre controla (en una forma democrática de poder) el poder, la economía y la comunicación del Estado. Creo que este ejemplo pone en gran relieve hasta dónde puede llegar este sistema.



Personalmente, creo que el futuro es dificil de definir. Por el momento, las bases del sistema capitalista se están viendo requebrajadas por la abaricia y la codicia de estas pocas manos que empiezan a pelearse entre ellas.



De tal modo me quedo con esta visión transformacionista del globalismo actual. Intento aguardar “lo bueno” que, aún dañado, queda en aquella cabeza inocente que no entendía a los manifestantes de la tele. Me quedo con la idea positiva del cambio, de la disolución de fronteras, de las nuevas vías de comunicación y de poder llegar a a una globalización donde recuperemos la cordura y, nosotros (los futuros periodistas) volvamos a tomar como “carta magna” la responsabilidad social de nuestras acciones.




Me dirési utópica, sí. Pero, como dijo Guevara: “Seamos realistas, soñemos lo imposible

lunes, 10 de agosto de 2009

(Auto)Biografía

Lara Jiménez Lora, original de Barcelona, 21 años, estudiante. Desde bien pequeña he sido muy curiosa, exploradora. Hoy en día me considero un alma errante, aventurera por defecto.
Nací en Hospitalet, un barrio de la capital de Catalunya (España). Una infancia difícil hizo de mi una persona fuerte y emprendedora. Y así, con muchas dificultades fui haciendo camino. Desde bien niña, cuando aprendí a razonar, cuando empecé a cuestionarme la vida, asumí un gran mundo interior. Soy una soñadora nata y son estos sueños los que me empujan a luchar por una vida mejor, por esa vida a la que aspiro.
El mundo de la comunicación a sido otro de los puntales que desde “chica” ha llamado mi atención. Dice mi familia que cuando era un bebé me colocaban en frente del televisor y me quedaba totalmente anonadada. Más tarde, pensé en otras vocaciones como la de diseñadora e incluso llegué a plantearme hacer oposiciones para policía.
Pero, en el salto de secundaria a bachillerato me volvió el “gusanillo” de la comunicación y empecé a luchar para poder entrar en los estudios de Periodismo. Una nota elevada me tuvo en vilo durante los dos años de “prepa”. Dos años que recuerdo con presión, pero también con mucho cariño ya que fue en cierto modo mi paso a la madurez y la responsabilidad. Combiné tan bien como pude las fiestas y los estudios con ese 7, 5 de corte siempre presente en mi cabeza.
Y lo logré. Hoy, casi cuatro años más tarde, me enorgullezco de estar acabando los estudios. La universidad, a parte de enseñarme y guiarme para poder meterme en el mundo del periodismo profesional, me ha abierto un mar de dudas, de inquietudes, de sorpresas, de amistades y, sobre todo, me ha amueblado (en cierta medida) esta, mi cabeza: aloca y bizarra.
Pero, lo más importante es que, ahora, empiezo a entender y valorar no tanto las metas sino, el camino…

“Caminante, no hay camino, se hace camino al andar…”
Antonio Machado